La sociedad israelí, preocupada durante mucho tiempo por las preocupaciones existenciales de supervivencia y prosperidad económica, ha dejado las cuestiones espirituales características de la tradición judía para que se discutan en la esfera interna de la sociedad, sin casi ningún compromiso con la cultura general exterior. En otras palabras, los judíos hemos estado debatiendo entre nosotros sin involucrar a las naciones en nuestras discusiones. Ahora ha llegado el momento de aclarar los mensajes universales de Israel y su contribución esencial a la nueva era en la que el mundo está entrando.