Hola, continuamos nuestro maravilloso estudio del libro "Brit Shalom" en el cuarto capítulo, titulado "Bendecir el Nombre o Maldecir". Sin embargo, aquí también estudiamos los diferentes aspectos de lo que debemos hacer por respeto a Dios. También estudiamos cómo debemos mostrar respeto a quienes nos rodean. Comenzamos con el respeto a nuestro padre y a nuestra madre. No entramos en detalles, pero hay expresiones importantes de respeto que debemos mostrar hacia nuestros padres.
En la sección 10, he incluido varias prácticas aceptadas en la ley judía sobre cómo honrar a nuestros padres. Es importante recordar que tenemos dos obligaciones hacia ellos: "Teme a tu padre y a tu madre" (temor), como si debiera mostrar algún tipo de reverencia hacia ellos. También está "Honra a tu padre y a tu madre", lo que significa que también debo mostrar respeto. ¿Cómo los honro? ¿Cómo los respeto? Les ofrezco comida y bebida; es decir, cuando doy la bienvenida a mi padre o madre, debo ofrecerles una taza de café, bebidas o galletas. Debo ser yo quien ofrezca. No estoy obligado a que sea de mi propio dinero; podría ser de su dinero. Pero el acto de ofrecer conlleva un componente de respeto. También debo acompañarlos al entrar y salir, y en otras situaciones. Si mi padre sale de casa, no solo me despido, sino que lo acompaño hasta la puerta e incluso un poco más allá. Lo mismo ocurre con mi madre.
¿Y el temor? ¿Cuál es la expresión de la reverencia que debo sentir hacia mis padres? Esto significa que no debo ponerme en su lugar ni rechazar sus palabras de forma irrespetuosa. Si mis padres dicen algo que considero incorrecto, no debo decir «esto está mal», sino «quizás valga la pena preguntar por qué dices eso, ya que existe la posibilidad de entenderlo de otra manera», etc. También puedo decir "No estoy de acuerdo", pero siempre con respeto, sin discutir.
Y no debo dirigirme a ellos por su nombre ni nada parecido. A veces, siento que puedo llamar a mis padres por su nombre de pila, porque me digo a mí mismo que no son más que mis amigos. Pero no es así. Son quienes me dieron la vida, así que debo hablarles con respeto y, desde luego, no usar su nombre de pila al dirigirme a ellos. Esto también aplica a los padres de la esposa. Sí, como una esposa está obligada a honrar a sus padres, su esposo también está obligado a mostrar ese respeto, y ella debería hacer lo mismo con los padres de su esposo.
Estos son los cimientos sobre los que se construye una sociedad moral, digna de llevar el nombre de Dios.
