Finalmente, llegan a completarse.
Profundizaremos en la parashá Vaigash mientras nos centramos en Yosef y Yehuda. Después de un largo conflicto entre ellos, ha llegado el momento de la reconciliación. ¿Qué quiere José? Joseph imagina un destino cosmopolita. Aunque es descendiente de la familia de Abraham, le interesa influir en grandes civilizaciones como Egipto, pero especialmente no le gustan los particularismos.
Por otro lado, Yehuda quería lo contrario: un particularismo total, el deseo de que la familia se estableciera en la Tierra de Israel y se olvidara del resto del mundo.
Al final, Jacob "...envió a Judá delante de él, a José, para guiarlo a Goshen..." [Génesis 46:28]
¿Qué significa? Rashi sugiere que "delante de él" significa arreglar un lugar para que se establezca antes de su llegada. Sin embargo, más tarde, Rashi ofrece desde la interpretación hagádica: " es [que debería haber enseñanza]: establecer para él una casa de estudio, de la cual emanaría la enseñanza, construyendo una academia del Talmud".
¿Cuál es el significado de esto? Yehuda, nombrado director de la academia por Jacob, muestra que Yehuda, que representa la singularidad nacional de Israel, tiene algo que aprender de Yosef. ¿Qué tiene que aprender? Debería estudiar lo que se conoce como "ciencia política". José sirvió como lugarteniente del rey y un hombre así entiende de política.
Judá debe comprender que la esperanza mesiánica, la esperanza del regreso de Sión, pasa por la dimensión política.
Este principio se encontró en la era moderna con el regreso del pueblo de Israel a su patria. El Santo, bendito sea, nos envió un judío [Theodor Herzl], criado en la cultura occidental y educado en ciencias políticas. Explicó a los rabinos que se debía establecer un estado para regresar a Sión.
Hay que decir que Yehuda y Yosef cambiaron el destino. José, el cosmopolita, eventualmente contribuye a la visión mesiánica del hijo de José: la aspiración sionista.
Mientras tanto, de Judá también se aprende el elemento universal de la singularidad israelí, presagiando la era mesiánica del Hijo de David.
Se puede decir que se forma una alianza política entre el espíritu de Judá y la esencia de José.