La parte de la Tora que leeremos este Shabat es única en el sentido de que nos da una gran esperanza.
En ella se cuenta cómo es posible deshacerse de la impureza de la muerte, una persona que tocó un muerto. Y cuando decimos que puede ser areglado, es decir, es posible ser purificado de la impureza de la muerte, por lo que nos da una pista de que la muerte es una cosa temporal, y el mundo esta destinado a ser un mundo sin muerte.
Aunque algunas cosas parecen realmente extrañas. Se toma una vaca. La vaca es el animal más grande en el vecindario del hombre en la antigüedad. Esta vaca lleva mucha vida, mucho más que el toro. Un toro nunca se va a embarazar, por eso una vaca también llevará más vida.
Ella debería ser de vaca rojo. El rojo es el color de la vida.
Y también toman madera de cedro. El cedro - es el más grande de los árboles en el Medio Oriente. Y junto con él tomar, también unas ramitas de mejorana- que es el árbol más pequeño de Oriente Medio.
Y también añadir y tomar una especie de gusano del cual se produce color rojo. Este gusano este es uno de los animales más pequeños del mundo, y también es rojo. Y todo eso se quema junto.
Toda la vida de todos los ingredients, tanto la vida que hay en las plantas como la vida animal, todo esto se convierte en cenizas. Esta ceniza simboliza la muerte total.
Y esta ceniza la ponemos en agua viva. El agua viva es como el alma. ¡Es un flujo constante de vitalidad Y cuando reunimos lo que está muerto con esta corriente viva,
Vemos la posibilidad de creer en la resurrección. Este es el optimismo del pueblo de Israel, que cree en la resurrección de los muertos.
Y así hemos visto en la última generación , cómo el pueblo de Israel se levanta de las cenizas y restablece la nacionalidad israelí.