Parashat Devarim descubre la notable fusión de política y religión del judaísmo. Desafía la separación convencional de estado y fe, enfatizando que la Torá presenta una constitución política para el pueblo hebreo. Esta revelación destaca la preocupación del Santo por el orden social y la justicia. Las acciones del Pueblo de Israel en su tierra sirven como modelo para que otras naciones lo emulen, promoviendo un comportamiento social justo y recto.