"Si bien Yom Kipur ofrece expiación por los pecados contra el Creador, buscar el perdón por las transgresiones hechas contra otros requiere más esfuerzo. La creencia en Dios nos conecta verticalmente, pero nuestras acciones hacia los demás definen nuestras relaciones horizontales. El profundo verso de la Torá, 'Ama a tu prójimo como a ti mismo'. "Yo soy Dios" entrelaza estas dimensiones. Para creer verdaderamente en un Creador, debemos encarnar la bondad y la ética en nuestras interacciones, porque "Yo soy DIOS" nos ordena amar no sólo a lo Divino sino también a la persona que está a nuestro lado. Esta alineación une creencias y comportamientos, conduciendo a una conducta ética genuina"