La historia de la “Akedat” de Isaac, tal como se encuentra en la porción de la Torá Vayera, representa un pináculo en la carrera espiritual de nuestro antepasado Abraham. ¿Qué pasa en esta historia? Se dice que "Dios probó a Abraham". Surge la pregunta: ¿por qué está escrito como una prueba de Abraham y no de Isaac? Después de todo, se suponía que Isaac debía ser ofrecido como holocausto en el altar, no Abraham. El rabino Judah Leon Ashkenazi nos lo explica. El sugiere que la prueba de la Akeida fue en realidad una prueba para Abraham porque el mismo era la personificacion del atributo de Jesed o Bondad amorosa.
Jesed se opone al concepto de Atar a Isaac [Akeidah], ya que Jesed reconoce al Santo, bendito sea Él, como el Dador de la vida. Entonces, ¿por qué quitar la vida? Por otro lado, Isaac, que representaba el atributo de Gevurah, o Justicia estricta, no veía la Akeida como una prueba para el. Según Gevurah [justicia estricta], uno tiene que pagar el precio por lo que recibe, y el precio que Isaac deberia pagar por recibir su vida gratis, es devolverle la vida a su creador. Por lo tanto, para Isaac, la idea de la Atadura de Isaac [Akeidah] no era nueva. Esta idea era nueva para Abraham.
¿Qué conclusión podemos sacar de este profundo concepto?Al final, era necesario dejar a Isaac con vida. La voluntad de sacrificarse no necesitaba llevarse a la práctica. Todo lo contrario, en cuanto uno está dispuesto a sacrificar su vida, desde ese mismo momento, su vida cobra significado.
Por lo tanto, el Santo, bendito sea, ordenó a Abraham que no extendiera su mano hacia el muchacho, enfatizando el núcleo de todos los sacrificios. Los seres humanos están dispuestos a ofrecerse, pero la halajá hebrea exige que, en lugar de una persona, se proporcione un animal, tal como lo hizo Abraham: ofrecer un carnero en lugar de Isaac.
¿Y quién gana con este gran acto? Los verdaderos beneficiarios son toda la humanidad. Esto es precisamente lo que Abraham le dijo a los jovenes (no judíos, ni hebreos) que lo acompañaban. Él les dijo: "Yo y el muchacho iremos allá, nos postraremos y volveremos a vosotros". [Génesis 22:5] El objetivo es traer abundante iluminación moral y espiritual. Este es el propósito de la Atadura de Isaac [Akeidah] para el mundo entero.