Hola y bendiciones,
Continuamos nuestro estudio, profundizando una vez más en las largas y detalladas leyes concernientes a la idolatría y la prohibición de la adoración de ídolos. Todavía estamos en el tercer capítulo, que es extenso y está lleno de halajot prácticas.
Presencia en ceremonias de adoración de ídolos
El párrafo 15 aborda una pregunta muy práctica para muchas personas: ¿Está permitido que alguien esté presente o participe pasivamente en una ceremonia idólatra? Este escenario a menudo surge en familias interreligiosas, donde una persona tiene parientes o amigos que practican la idolatría y los invitan a asistir a una ceremonia.
- Para los judíos, esto está estrictamente prohibido. Está prohibido ingresar a un lugar de adoración de ídolos, incluso sin intención de participar, ya que se considera una muestra de respeto a esa creencia o fe.
- Sin embargo, esta prohibición no se aplica a los noájidas.
Como se indica en el párrafo 15:
"Estar presente en ceremonias idólatras o participar pasivamente no está prohibido para los noájidas".
Esta indulgencia permite a menudo a los noájidas asistir a bodas o celebraciones familiares en las que pueden tener lugar algunas acciones idólatras como parte del evento. No se le prohíbe a un noájida estar presente en tales situaciones.
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Coerción para realizar adoración a ídolos
El párrafo 16 aborda una cuestión crítica: ¿Qué sucede si una persona es coaccionada a adorar ídolos? Por ejemplo, si alguien es amenazado a punta de pistola y se le dice: "Adora ídolos o te mataremos".
Para los judíos, la ley es clara: uno debe negarse a adorar ídolos, incluso a costa de su vida. Este mandamiento se conoce como la mitzvá de santificar el nombre de Dios (kidush Hashem).
Sin embargo, este mandamiento no se aplica a los noájidas. Para los noájidas:
"Un noájida que es coaccionado a adorar ídolos o enfrenta peligro si no participa, tiene permitido adorar al ídolo y no está obligado a sacrificar su vida".
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¿Qué constituye coerción?
El concepto de coerción plantea cuestiones adicionales:
- Coerción extrema: por ejemplo, ser amenazado con la muerte ("Adora ídolos, o te mataremos").
- Coerción menor: por ejemplo, ser amenazado con la pérdida del trabajo o un castigo físico (pero no con daño que ponga en peligro la vida).
Esta cuestión es objeto de debate entre las autoridades halájicas. Mi opinión, como autor, es que, en esos casos de coerción menor, también sería permisible para un noájida adorar ídolos. Dado que sus acciones no tienen realmente la intención de ser una adoración, sino que se realizan únicamente debido a la coerción, la indulgencia es apropiada.
Otros pueden estar en desacuerdo y argumentar que incluso en casos de coerción menor, la adoración de ídolos no debería permitirse. Sin embargo, creo que hay lugar para la indulgencia en esas situaciones.
